El 25 de enero el crimen del reportero gráfico de la revista Noticias José Luis Cabezas sacude a la sociedad argentina, y detrás de este hecho policial se escondía un entramado de mafias, policías, funcionarios y servicios de inteligencia. EL neoliberalismo avanzaba a nivel internacional y las privatizaciones en Argentina dejaron sus huellas. Los “fogoneros” de Cutral Có (Neuquén) cortaban la ruta exigiendo “trabajo para todos” ante la privatización de YPF. El 12 de abril la gendarmería reprime un corte de ruta, ocasionando una nueva pueblada que los hace retroceder, se suma la policía provincial a la represión y con un balazo de plomo, la joven empleada doméstica Teresa Rodríguez muere.

Su asesinato aún sigue impune, fueron condenados en un segundo juicio sólo cuatro de los nueve policías juzgados, a penas menores de dos años y medio, sin aplicación efectiva. Hoy es bandera de lucha de quienes empezaban a resistir el ajuste del menemismo. Poco después los piquetes reaparecen en Salta. Se extienden al conurbano bonaerense los movimientos de desocupados, los piqueteros se hacen conocidos en el mundo entero. Fue entonces que aparecen los empleos transitorios bajo el nombre de planes “trabajar”. Gran privatización de la planta Sidor, en Venezuela. De los 18.000 trabajadores fijos y 3.000 contratados que operaban en la planta, la transnacional redujo a 4.500 los obreros fijos y elevó a 9.000 los contratados bajo la forma de tercerización.

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Nace Contraimagen en la Escuela de Foto y Cine Avellaneda y Carrera de cine UNLP.
Surge como un agrupamiento de artistas, estudiantes y docentes impulsado por el PTS y compañeros independientes en todo el país, nuestros primeros trabajos fueron fotográficos y de videos.